miércoles, 1 de junio de 2011

los poemas viejos...escritos en la Habana.. II

La ausencia, la espera, el dulce porvenir,
Mentiras tejidas con asfalto, muy despacio.

Si pudiera ahogar las palabras,
Ahogarlas como se ahogan los sueños en esa especie de suicidio provocado
sin más remedio,
sin otro tiempo.
Ahogarlas tal vez en el clima seco de un continente,
en este suspiro inacabable,
ahogarlas en la maldita circunstancia.
Hacerlo sin remedio para no sentir el peso,
la invariable sensación de andar siempre muriendo,
siempre,
bajo las mismas silabas inconclusas y fascinantes….vi-da.

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Y la ceniza se hizo agua que nace en tu vientre.
Ven y mírame a los ojos,
conviértete en silencio compartido,
deslízate por esta noche de luciérnagas ruidosas
y llega a este segundo,
en que te recibo de brazos abiertos,
extendidos horizontalmente sobre tus ojos,
perdidas en las próximas silabas todas las dudas del mundo,
porque cuando empiezas a gritar
aparezco
para decirte que estoy para ti,
siempre.


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Los girasoles del pintor palidecieron del asombro antes los ojos incrédulos en la cúspide del amor.

Retorno eterno de un tiempo innombrable.
Luz, otra vez.
El hombre se repite cuantas veces lo estima necesario.
-estimar: aproximarse, tener estima de….

Andenes desiertos sin sombras ni juegos.

El pintor de los girasoles se asombra de la palidez ante el amor sin ojos que en la cúspide se tornó incrédulo.

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